Un día
tenés mariposas en la panza
y te despertas con el roce de una pierna
ajena,
con una carcajada estrepitosa
que no salió de tu garganta,
con dos tazas de café
sobre el mostrador de la cocina,
o con dos copas de vino vacías
que reposan desde la noche
y que esperan ser lavadas.
tenés mariposas en la panza
y te despertas con el roce de una pierna
ajena,
con una carcajada estrepitosa
que no salió de tu garganta,
con dos tazas de café
sobre el mostrador de la cocina,
o con dos copas de vino vacías
que reposan desde la noche
y que esperan ser lavadas.
Y un día
la casa se llena de amigos
y vos
de un vacío existencial.
la casa se llena de amigos
y vos
de un vacío existencial.
Las mariposas se fueron.
Y el tiempo pasa
y el cementerio de mariposas
renace
cómo el fénix.
Y todas ellas vuelven a revolotear,
libres,
porque esa es su escencia.
y el cementerio de mariposas
renace
cómo el fénix.
Y todas ellas vuelven a revolotear,
libres,
porque esa es su escencia.
Ahora
otros dedos te tocan,
otras piernas te rozan.
Y las mariposas
impolutas
no se quieren ir.
otros dedos te tocan,
otras piernas te rozan.
Y las mariposas
impolutas
no se quieren ir.
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