jueves, 16 de marzo de 2017

Análisis del Hombre de Arena de ETA Hoffman desde el Romanticismo y el modo gótico

El Romantisismo fue un movimiento que se originó en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo XVIII; en el trabajo de análisis anterior dijimos que su precursor fue el Sturm und Drang. Este movimiento surge en contraopocición a la ilustración, quienes se basaban en el “uso correcto” de la razón, y es justamente por esto que el Romantisismo se va a encargar de dirigir el foco hacia otro lado, hacia lo prfoundo y pasional, yendo mas allá de la razón para adentrarse en lo inconsciente. Estamos frente a un movimiento que promueve la relación con Dios, contrario a la ilustración que por su carácter racional se desligaba de lo divino. El Romantisismo acuña la noción de infinito y la transforma en lo oculto, lo velado. Ferrarter nos dice que en este movimiento encontramos “el primado de la intuición y del sentimiento frente a la razón y al análisis; lo irracional le atrae indudablemente más que lo racional, lo imprevisible más que lo previsible, lo multiforme más que lo uniforme, lo trágico más que lo cómico, lo oculto más que lo presente, lo implícito más que lo explícito, lo sublime más que lo bello, lo anónimo más que lo nombrable”.
En este cuento, El hombre de arena, podemos vislumbrar el pensamiento del romanticismo. Empecemos con los personajes. En Clara vemos a ese ser racional, portadora de los principios de la ilustración, quien si no puede entender algo por la vía de la razón lo descarta, como ejemplo podemos utilizar el siguiente fragmento “(...) creo que todo lo espantoso .y terrible de que hablas sólo sucedió en tu interior, y que el mundo exterior, el mundo real, poco tuvo que ver en todo eso”; todas las características que le molestan a Nathaniel de Clara son aquellas que la relacionan con la ilustración: lógica (“Coppelius es un principio maligno y hostil y puede actuar como una fuerza diabólica y nefasta en tu vida, pero sólo lo hará en tanto no lo expulses de tu mente y de tus pensamientos”), sensata (“sólo  tu creencia en él es su poder"), fría (“pensaba que misterios tan profundos no se les revelan a espíritus fríos  e   insensibles,   sin   ser   consciente   de   que   contaba   a  Clara   entre   esas naturalezas inferiores”), reflexiva (“¿No   crees   acaso   que   también   en   los   espíritus   alegres, despreocupados  y cándidos  puede habitar  el  presentimiento de que existe una potencia oscura que trata por todos los medios de destruirnos dentro de nosotros mismos?”) Olimpia, en cambio, representa a lo inverosímil (“sentíamos que si bien actuaba como un ser vivo, la. cosa era muy distinta"), a aquello que la ciencia no debería hacer (“Coppelius  me   robó  mi  mejor autómata”); Hoffman utiliza a Olimpia para hacer una crítica social, ridiculizando a aquellos hombres que luego de descubrir que era una autómata le piden pruebas a sus mujeres para comprobar que si son humanas, vemos como logra fragmentar la cotidianidad introduciendo lo inconsciente y generando la vulnerabilidad de la razón; El inconsciente va por encima de la razón, necesitan saber que son humanas aunque es casi imposible que sean autómatas. Hoffmann nos relata la historia de tal manera que no sabemos si Nathaniel se esta volviendo loco poco a poco o es realidad, va desquiciando sutilmente a la razón y al intelecto del lector.
Freud nos dice que lo ominoso se ve de manera muy clara en este cuento cuando se pierde el mundo real del fantástico sin saber en cúal de los dos mundos se encuentra el cuento. “No es efectivamente algo nuevo o ajeno, sino algo familiar de antiguo a la vida anímica, sólo enajenado de ella por el proceso de la represión”. También nos dice que “unheimlich es todo lo que estando destinado a permanecer en secreto, en lo oculto, que ha salido a la luz” Observamos entonces el unheilich en la figura de Olimpia, quien era un autómata que debía quedar en secreto, que debía parecer humana, pero que al descubrirse su verdadera identidad desbarajusta la realidad llevando a la desconfianza sobre la realidad misma. Para Freud lo ominoso rompe con la lógica, Aquella mujer conocida para Nathaniel, a aquella que le iba a pedir matrimonio, se redefine en aquello a lo que el más teme: un objeto al que Copellius le roba los ojos, vemos como aquello conocido se transforma en desconocido; la perdida de vista es tan significante en el cuento que Freud lo relaciona con la perdida del pene, una pérdida terrible que el protagonista debe aceptar.
Este cuento apunta a una literatura en donde la razón no tiene lugar, para entenderlo hay que lograr ver la belleza en lo sublime; vemos la libertad en lo sublime porque esta sólo se muestra ante lo espiritual. 
Por lo tanto vemos en la obra elementos románticos de pies a cabeza, vemos a un mundo que se guía por la subjetividad, en donde vemos un papel pobre de la razón y una exaltación de los sentimientos, como por ejemplo en el siguiente fragmento: “Con el tiempo crecí lo suficiente como para darme cuenta de que ese asunto del hombre de arena y su nido de lechuzas en la luna, como me lo había pintado la vieja nodriza,  no podía ser del  todo cierto;  pero a pesar de eso el hombre de arena  seguía  siendo para mí  un  fantasma y me aterraba
Como relación a Dios y al Strum und Drang podemos utilizar el siguiente fragmento “¡Por Dios!, me estremezco, y es como si les suplicara que se rían de mí con una desesperación que es casi delirio, como Franz Moor le suplica a Daniel. Bueno, pero ahora al grano.” Vemos la alusión directa a Dios y con la mención de Franz Moor vemos una alusión a el libro Los Bandidos de Friedrich Schiller, libro perteneciente a este movimiento.
Pasemos ahora al modo gótico. Amicola nos dice que el término gótico se toma como significante de vacío y esto lo podemos ver en el cuento a partir del vacío que genera la pérdida de la mirada (“Olimpia no tenía ojos; en su lugar había dos cavidades negras: era una muñeca sin vida”), el vacío que tiene Olimpia en toda la obra (“Lo curioso es que muchos de nosotros  tenemos una opinión bastante parecida sobre Olimpia.  No  lo  tomes a mal, hermano,  pero nos  parece   extrañamente   rígida  y  como  carente  de   alma”), un vacío que logramos justificar con el hecho de que es una autómata; pero no es solo aquí que notamos el tema del vacío, sino en toda la obra, el vacío que siente Nathaniel al pensar que Clara esta lejos, el vacío que ven sus compañeros en Nathaniel cuando se enamora de Olimpia, el sentimiento de vacío que nos abruma al descubrir que Nathaniel se ha suicidado. El vacío ocupa toda la obra.
Amicola también nos cuenta que las novelas góticas vuelven a lo medieval, a lo alquímico y esto se puede ver cuando Clara trata de justificar el oficio del padre de Nathaniel diciéndole que probablemente sea un alquimista (“La ocupación nocturna de tu padre era seguramente la alquimia”). También dice Amicola que lo gótico se da como forma de decir lo inconsciente, vemos en todo el relato del Hombre de Arena una alusión a lo inconsciente, como explicamos anteriormente con Freud, que dice que estas capas sumergidas de la personalidad humana ocultan secretos culpables, deceso inconfesables de las pulsiones más interiores del individuo. Vemos esto en la escena en la que Nathaniel escribe la carta y cuenta que se escondió en el cuarto de su padre para ver quien era el hombre de arena, un secreto culpable, así como la fantasía de que la muerte de su padre fue causada por el mismo hombre de arena sería un deseo inconfesable, su padre no podría morir de otra forma que por medio del hombre de arena, que es capas de eso y de mucho más.
Amicola nos dice, además, que el polo femenino en el gótico se presenta por retención y continuidad, en donde lo interno deja de ser acogedor y pasa a ser una prisión pintada por el horror. Vemos esto cuando Nathaniel entra al cuarto de Olimpia y esta esta siendo “desarmada” por el hombre de arena, vemos el horror dentro de las cuatro paredes de la habitación de Olimpia, descubrimos una verdad que si nos encontráramos en el exterior del hogar no la descubriríamos. La importancia de lo exterior la podemos observar, también, en el siguiente fragmento “porque el entusiasmo -único estado anímico en el que es posible crear, decía- no procede de nuestro  interior,  sino de  la acción que ejerce sobre nosotros algún principio superior y externo”.
Como punto final del análisis me gustaría recalcar el lugar importante de los sentimientos, que se puede ver en la siguientes frases: “como hacerte sentir en alguna medida”, “En otras épocas, solía escribir cuentos agradables y animados que Clara escuchaba con íntimo placer; pero ahora sus obras eran lúgubres, incomprensibles, amorfas, de modo que aunque Clara no decía nada, él sentía que no la conmovían en absoluto. Nada había para Clara   tan  espantoso   como   lo  aburrido;   con miradas  y palabras   expresaba   entonces su irreprimible cansancio espiritual.” y “¡De  qué  valen   las  palabras!  La  mirada  de   sus  ojos celestiales  dice  más  que  cualquier   lenguaje   terrenal”.

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