domingo, 25 de octubre de 2015

Un gato, el mar,
la fría brisa y un
roto corazón.

Todo silencio
que una vez supo ser
ruido alegre.

Mientras sus ojos
rehuyen la mirada,
el alma busca
frenéticamente
su razón de ser.

Amor prohibido,
noche estrellada y
jóvenes furtivos

El mar y la luna,
eternos amantes 
separados
por el pecado.

Dulzura, pasión
amor en el aire y
besos nocturnos.


Una explosión
advierte el disparo
de una bala
destinada al 
caballero que osó
robar una dama.

Cierra los ojos,
espera su muerte,
mas esta no llega.

Se desvanece
amada en sus brazos
y comprende.

De fondo oye
una canción de cuna
triste y fría,
lamento de un
enamorado 
sin su amor.

¿Que hará con su
pena? Al frío invierno
le recuerda.

Un gato es testigo
de esa vil tragedia
de un fiero esposo
asesinando a su reina.

La brisa sopla,
despeina sus ideas
y en la arena 
taza sus viejas penas.

Un gato, el mar,
la fría brisa y un
roto corazón
buscan consuelo
a una tragedia de amor.

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